Voy
buscando caminos de lo abstracto, senderos de lo indefinido, de lo infinito por
tanto, lo misterioso, lo abismal, lo intangible… lo inmaterial. Huyendo de la
férrea vía de lo figurativo, de lo concreto, lo definido, lo formal, lo
explícito, lo tangible, lo material.
Dudar,
dudamos en abstracto, las certezas son territorio de lo concreto.
Profundo,
impenetrable, oculto, recóndito, incomprensible, abstruso es lo abstracto. Un
lugar difícil de habitar, región de lo inasequible.
“El
Tao que puede conocerse no es el Tao”
Universo
nominal, expresión de lo concreto. El lenguaje como definidor del mundo. Un
nombre… un objeto: mesa, árbol, piedra, fuente…, pero y ¿pensamiento?, flor,
río, casa, trabajo, coche…
“La
sustancia del mundo es sólo un nombre para el Tao”
Nombres,
definiciones, palabras, claves, clasificaciones, bases de datos construyen la
realidad del hombre, haciendo de la existencia un todo concreto. Miedo al
abismo, temor indeterminado a lo abstracto, a lo innombrable.
“Desde
el no-ser comprendemos la esencia del Tao, desde el ser, sólo vemos su
apariencia”
Experiencia
concreta, pensamiento en abstracto, materia y espíritu entrelazados. Fusión
entre lo inconcreto; cualidad de la que queda excluido el sujeto, y lo
concreto; afirmación del sujeto en el significado del atributo.
“Ambas
cosas, ser y no-ser tienen el mismo origen aunque distinto nombre. Su identidad
es el misterio”
Nombres,
palabras, definiciones, etiquetas que van conformando una suerte de saber,
sabemos acerca del mundo por medio de las palabras que lo nombran, que lo colman
de descripciones con todo lujo de detalles. La ciencia y la religión como
formas de verdad, estrategias de poder y de gobierno.
“Enseña
al que sabe a no-obrar. Actúa sin acción, y nada quedará sin ser gobernado”
Andando
por las indefinidas derrotas del Tao.