Un
encuentro de tantos en cualquier lugar; la consulta del médico, la cola del
cine, la red social... Rodeados de gente de la que nada se sabe, desconocidos
reunidos ocasionalmente por una circunstancia fortuita, encuentro entre extraños,
rostros por descubrir... Por encima, al lado, entre ellos, una red inapreciable
se entreteje con una urdimbre cerrada; lazos intangibles estrechan la aparente distancia
entre desconocidos, lazos invisibles, enlaces incorpóreos pero reales.
Cada
uno relacionado estrechamente por un orden numérico con todos los demás, cada ser
antecediendo y precediendo a otro, con el que le une un vínculo ordinal en la
cola de la pescadería. Unidos por ligaduras ideológicas, votos que unifican el
destino de desemejantes: desconocidos que opinando lo mismo desde realidades
distintas se unen en modo invisible, para otorgar o retirar la confianza a un
gobierno, a un partido.
Compradores
compulsivos como somos, si mirásemos con los ojos de lo etéreo veríamos gustos
semejantes por similares productos, entre consumidores del todo desconocidos.
Vínculos
identitarios que nos ciñen más a aquél que a éste otro; su manera de vestir, de
expresarse, de andar...
Apetitos
vinculados, que nos acercan a quien nos atrae, alejándonos de quien nos
disgusta.
Vínculos
de situación; problemas similares, asuntos familiares, dudas, deseos, miedos...
Las
incertidumbres, otro nexo humano; ciudadanos de países enteros compartiendo
inciertos ecos de futuro, el temor a la muerte, el sufrimiento, la desafección…
Apetitos,
pensamientos, espacio habitado en común, el planeta. Esferas de afinidad que dibujan
infinitos hilos imperceptibles.
En
este panegírico de relaciones humanas en el que estamos inmersos, ¿dónde cabe retirar
la asistencia sanitaria a un enfermo por no ser español?, ¿dónde, hacer de la
homosexualidad un mal a repudiar?, ¿dónde cabe rescatar a entidades financieras
privadas dejando hundirse al ciudadano?
Los
vínculos que vemos, pero sobre todo los que no vemos, nos mantienen unidos a la
tribu, porvenir común, lugares comunes… En este universo contemporáneo toda desigualdad sigue vigente, olvidamos
nuestros vínculos pensándonos separados, diferentes, mejores, pero los lazos
que nos unen nos delatan como miembros de tribus, tribus de uno.