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16 de noviembre de 2007

Pleamar

Mareas, mareas de impresiones llegan hasta las costas de la conciencia y regresan, marchan con las manos vacías. Languidece de materialismo la consciencia dentro de una urna de exquisita superficialidad, ausencia de conocimiento.

Amor, amor y objeto, objeto amado por aquél que desprecia la vida, perversión de verdades reemplazas por dinero, amor y sed de poder.

Caen sobre la conciencia los cristales rotos de la necedad y esta certeza de humanidad numerosa, presencia vasta de humanidad tan distinta, tan igual, tan reiterada. Sentimiento indefinible, abstracto y vago sobre la realidad aparente de un modelo de vida agotado y compartido con tantos desemejantes, pulsión de tendencias, evidencia de estilos de vida vacuos, pueriles, arrogante equivocación, error en común, mirada extraviada de olvidad esencia.

Sombras, mundos de sombras, voces mudas, ciegas miradas a las que un solo atisbo de luz confunde y perturba, vértigo de verdad sometido a un guión de realidad, escrito sobre las sombras, días de tiempo hipotecado, vida ajena.

Mar de confusiones, mareas de impresiones alcanzan la mente sin apenas tocarla, impermeable realidad, pasión de conocimiento.

3 comentarios:

bassho dijo...

El tema de la conciencia siempre me ha interesado. Últimamente incluso me preocupa el fuerte deterioro de la conciencia, a nivel de masas y de individuo, esta duermevela, estos volúmenes que se trasladan de un lado a otro desperdiciando la vida. Es duro, pero lo veo así. Cuerpos infrautilizados, mentes sin intensidad, corazones agarrados como lapas a cualquier nimiedad.

Por suerte hay atisbos que van en camino contrario a todo éso. Por ejemplo en algunas novelas hay párrafos que me sorprenden. A continuación te pongo algunos sacados de la novela "Rayuela" de Julio Cortazar:
“Se empieza a andar por la vida con el paso pachorriento del filósofo y del clochard, reduciendo cada vez más los gestos vitales al mero instinto de conservación, al ejercicio de una conciencia más atenta a no dejarse engañar que a aprehender la verdad. Quietismo laico, ataraxia moderada, atenta desatención. ...Como si la especie velara en el individuo para no dejarlo avanzar demasiado por el camino de la tolerancia, la duda inteligente, el vaivén sentimental. En un punto dado nacía el callo, la esclerosis, la definición: o negro o blanco, radical o conservador, homosexual o heterosexual, figurativo o abstracto, San Lorenzo o Boca Juniors, carne o verduras, los negocios o la poesía....
Es un poco así: hay líneas de aire a los lados de tu cabeza, de tu mirada, zonas de detención de tus ojos, tu olfato tu gusto, es decir que andás con tu límite por fuera y más allá de ese límite no podés llegar cuando creés que has aprehendido plenamente cualquier cosa, la cosa lo mismo que un iceberg tiene un pedacito por fuera y te lo muestra, y el resto enorme está más allá de tu límite...
La sospecha de que más allá, donde ahora ve el aire limpio, o en esta indecisión, en la encrucijada de la opción, yo mismo, en el resto de la realidad que ignoro me estoy esperando inútilmente.”

palabrerías dijo...

Si, reconozco este interés y coincido con tu apreciación del deterioro progresivo y escandaloso de la conciencia individual y colectiva, vivimos dormidos, en un estadio de conciencia muy bajo que nos impide trascender lo accesorio para llegar a lo verdaderamente importante, hay una cita atribuida a Rumi el sabio sufí que siempre me pareció reveladora:
“Tiene el Trabajo aquel que se ha vuelto deseoso del bien, y por amor a este Trabajo no se identifica con ningún otro trabajo, los demás son como niños, jugando estos pocos días hasta la partida al caer la tarde. Si algún adormilado se despierta y se levanta, la niñera imaginación lo seduce diciendo, no te despiertes querido que no dejaré que nada desvele tu sueño. Pero tú, si eres sabio, desagarras tu sueño desde la raiz, como el hombre sediento que oyó el sonido del correr del agua”

bassho dijo...

Texto precioso y lleno de posibles matizaciones e interpretaciones. Texto que anima al optimismo, a pesar de la realidad que muestra,a la posibilidad de abrir otras posibilidades, esperanzas, realidades. Texto extrañamente realista, con los pies en el suelo, demostrando que la verdadera espiritualidad no consiste en un estúpido paseo por las nubes, ni en huidas al limbo de los justos...