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14 de septiembre de 2014

Aventura


La aventura sin nombre ni triunfo, la aventura sin gloria ni cumbre, aventura carente de record, ausente de toda primicia, ajena a la conquista, desvinculada de la primera vez.

La aventura sencilla alejada de la fama y la gloria, es la aventura personal, íntima, la aventura de Shackleton, Monod y Thesiger. Aventuras de desierto, sin cimas que alcanzar sin ganancia seductora. Aventura sin éxito.

Es la aventura de la vivencia cansada, cruda y descarnada, de la dificultad más allá del límite, del combate personal contra uno mismo, es la aventura de la supervivencia, aquella esencial, aventura inmanente. Es esa la que anhelo, la que conmueve, es la aventura primordial que se vive en el interior, la aventura del viaje a Ítaca.

10 comentarios:

Sirenoide dijo...

La aventura sin expectativa, la experiencia de estar vivo, la vivencia de sentir pero sobre todo, de SER.
Yo me ubico ahí, ya sé que es donde vivo en realidad porque la vida es pura aventura, incertidumbre, aprendizaje...VIAJE.

Esos valientes que nombras, Monod y Shackelton son el paradigma de la superación, de la gran aventura en la que superar toda clase de vicisitudes le va otorgando un mayor sentido a la expedición. Dos formas de viajar a dos lugares remotos, contrarios, absolutamente hostiles. Un equipo intentando vencer al hielo y al frío. Un hombre solo ante la inmensidad del desierto. Dos hombres con coraje y un mismo espíritu aventurero.
Gracias por esta reflexión breve pero intensa. Comparto y comprendo ese anhelo.
ÍTACA: Aventura, viaje y libertad.

"La seguridad es más que nada una superstición. La vida es una aventura atrevida o no es nada."
Helen Keller

bassho dijo...

El primer y segundo párrafo del texto de Palabrerías también corresponde con aquellos que dedican su vida de forma silenciosa y desinteresada a ayudar a los demás. Son esa legión de personas que termina su trabajo y dedica su tiempo libre a todo tipo de actividades solidarias. No viajan lejos, se mueven en barrios de esta ciudad, en ciudades de este país, en países de este continente. Sin fama ni gloria, una aventura íntima, de ellos, con desiertos de situaciones cotidianas... Envidio y admiro a esos aventureros.
El tercer párrafo también habla de otra aventura: La de aquellos que padecen y luchan contra un tumor -"vivencia cansada, cruda y descarnada, la dificultad más allá del límite, del combate personal contra uno mismo, es la aventura de la supervivencia"...- Esta aventura la vivo y la siento más cercana, la comparto con otros, la veo muchas veces en los ojos de los niños de la consulta oncológica y en los ojos y los gestos de las familias que los acompañan. Es una declaración de guerra en toda línea. A mí también me conmueve esta aventura, "es la aventura primordial que se vive en el interior, la aventura del viaje a Ítaca."

Necesitamos aventureros de la categoría de la que habláis, son imprescindibles.
Y necesitamos aventureros del kilómetro cuadrado que rodea nuestra casa, también son imprescindibles.

palabrerías dijo...

La verdadera aventura como ambos expresáis siempre es interior.

Gracias por vuestras enriquecedoras aportaciones.

bassho dijo...

"La vida es una colección exitosa de errores"
Esta frase resume la conferencia sobre "Enfermedades raras" que hoy he escuchado en la Fundación Ramón Areces.

Sirenoide dijo...

Cierto, los aventureros cotidianos que nombras Bassho, tienen un valor especial. Su implicación es diaria y constante, su fuerza se halla en la capacidad de sobreponerse, de no rendirse. Como bien dice Palabrerías, "la verdadera aventura es siempre interior" pero además en estos valientes y generosos cercanos, la aventura está en la entrega a los otros.

Quiero compartir con vosotros este poema de Cernuda, quizá ya ha paseado por este oasis porque es uno de mis favoritos, tan sencillo y tan intenso...aun así, me gusta recordarlo.

CONTIGO
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?
Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.

¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?

bassho dijo...

Precioso el poema de Cernuda. La sencillez, la intensidad... es lo que crea el arte.

bassho dijo...

Recuerdo la playa.
Un montón de impresiones pacíficas
Agua cálida arena moldeándose a mi huella
Bajo un cielo azul moteado de silencios blancos.
Azulejos recubriendo
la fachada de mi alma.
Baldosas tapizando
el suelo de mi memoria.
Escapo.
Quién sabe hacia dónde me dirijo.
Hay quien camina
como si careciera de heridas.
En esta ciudad en la que nadie nos conoce
¿Por qué no asustar o asediar al vecino?
O quizá,
Aprovechando el tránsito
Encontrar una mirada sin diamante opaco
Como un libro que nos aguarda durante veinte años
Mostrándonos quién somos ahora
Tras tanto tiempo pasado
Perdido
Olvidado.

(Dos buenas películas. Una me ha parecido excepcional -Boyhood- otra original - Baikonur-)

Sirenoide dijo...

Boyhood efectivamente excepcional, gracias por la recomendación Bassho. Me ha parecido muy interesante el "experimento" de tanto tiempo de rodaje, la historia y la forma de contar esa etapa tan especial y tan comprometida de la vida. Creo que es una forma de contar muy sensible que aporta reflexiones fundamentales. Me ha gustado muchísimo!

Encontrar, encontrarse en esta ciudad, en este mundo, en esta vida...aprovechar el tránsito y aprender de los encuentros, especialmente cuando son mágicos y nos mejoran.

Me ha encantado tu escrito, poético, hermoso.

Sirenoide dijo...

NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves,
ahora ni nunca,
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti

bassho dijo...

Siempre me ha gustado este poema, Sirenoide.
Ahora leyéndolo pensaba: ¿Es posible que alguien pueda "salvarse" en medio de este terremoto que es la vida? ¿Es posible quedarse inmóvil al borde del camino cuando transitamos pero estos desfiladeros?
Por cierto, si puedes no te pierdas una peli "La sal de la Tierra". Es un documental precioso que habla de las fotografías y del fotógrafo Sebastião Salgado y su forma de ver el mundo.