Páginas

Buscar este blog

25 de octubre de 2012

Noche


Los largos brazos de la noche se deslizan bajo mis pies, la tenue penumbra se torna oscuridad, avanzan las tinieblas, pardas, grises, negras...
La muerte mira desde la atalaya sin perder detalle, me sumerjo en aguas frías y oscuras sin percibir la realidad.
Ira, rebeldía, entrega…, una inconsistente línea de pensamiento desbordante, un clamor por el cambio, una obstinada idea de revolver los cimientos de la instalada realidad.
Miro un paisaje yermo y desconsolado, una llanura quemada por un insistente sol, miro la distancia a todas partes, el brillo del espejo en la mirada.
Luz azul, temor acrisolado, manto de esmeralda para la reconciliación del alma, capa de alabastro para el postrer temblor.
Largos brazos nocturnos me abrazan, como para quedarse, empujados por el opaco resplandor de una materia macilenta y melancólica. Pensamientos de agonía, leve cándido temor.
Ayer resplandecía, hoy apagado todo resplandor…, vida monótona se agolpa en la cocina, refulgente vida en el recibidor. ¿Dónde estás cuando ya me he ido?, ¿a dónde volverás, después de volver yo?
Volverá sobre la empalizada a crecer la hierba renovada, volverá la vida al corazón, la madurez, se pierde ahora en la nada, el resplandor es un eco de anteayer.
Enfrente un toro de brillante lustre, perlas de nácar gravitando sobre su testuz, miro sin ver el trascendente tiempo, veo sin mirar la menguante luz.
Fuegos de ayer iluminan ahora, luces de hoy sobre el monumental ayer, cambio ya el paso sobre el paso cambiado, cambia la luz brillo y resplandor.
Cansado estás de estar ya tan cansado, libre de pensar sobre el final del camino, camino libre de sólo pensar, cambia la luz de poniente, céfiro vaporoso que otorga halos de crepúsculo a la luz casi estival.

16 comentarios:

Sirenoide dijo...

"En lo más profundo de la noche, empieza el amanecer"
Swami Tilak

Y siempre amanece, pero tenemos que superar la oscuridad de la noche

Sirenoide dijo...

Aun a riesgo de que me llameis "viejuna" (aunque soy ya "vintage"), quiero dejaros este tema y su letra, que me parece una filosofía de vida grandiosa...EL CASO ES ANDAR

http://www.youtube.com/watch?v=7zS1d_OJ0V0&feature=youtu.be

ANDAR (Cecilia)

Aunque el camino sea estrecho,
El polvo se pegue al cuerpo,
Aunque los vientos me arrastren,
Sigo mis sendas sin lastre

Andar como un vagabundo,
Sin rumbo fijo, sin meta,
A vueltas de veleta,
Al soplo del viento al azar,
El caso es andar


No me pertenece el paisaje,
voy sin equipaje por la noche larga,
Quiero ser peregrino por los caminos de España


No me propongo destino,
No quito puestos a nadie,
Porque mi puesto es el aire,
Como el olor del buen vino

Sabiendo que nunca es tarde,
Mi pie siempre en el estribo,
Y cada paso que piso,
Un paso menos que dar,
El caso es andar,


No me pertenece el paisaje,
voy sin equipaje por la noche larga,
Quiero ser peregrino por los caminos de España,


No dejo rastro ni huella
Por no ser ni soy recuerdo
Yo paso haciendo silencio
sin ser esclavo del tiempo

Por límite el horizonte
Y por frontera la mar
Por no tener ni tengo norte
Y no sé lo que es llegar
El caso es andar


bassho dijo...

En esa noche, si puedo ser una pequeña luz en cualquier momento, aquí estoy.

palabrerías dijo...

Muy bonita la canción de Cecilia y muy actual, gracias por la letra, y gracias a los dos por las palabras de aliento, pero tranquilos, la noche sólo es eso, noche, luego amanece siempre, que no es poco.

bassho dijo...

En el fondo

En el fondo siempre tuvo miedo, nunca creyó en nada, siempre se sintió solo, nunca confió en nadie, siempre se mostró débil, nunca desarrolló sus capacidades, siempre se sintió indefenso, nunca se vio apoyado.
Creció sin ninguna fe en nada ni en nadie, ni siquiera en lo más próximo que era él mismo.
La vida, como siempre, le ofreció un inconmensurable muestrario de oportunidades y experiencias. Él prefirió aferrarse a complejas teorías filosóficas construidas sobre el vacío y que le permitían continuar siendo quien no era, oculto tras ideas políticas y religiosas de las cuales hablaba con desparpajo pero que ni comprendía ni quería.
Pero en su haber guardaba una carta en la manga de su camino: siempre miraba hacia arriba, o un soplo extraño le invadía desde la infancia, le agobiaba un inconformismo con el entorno como única existencia…
Y se equivocó mil veces, y se engañó otras tantas, avanzó y retrocedió con constancia como única cualidad.
Qué enorme resistencia al cambio desarrolló. Hasta en los momentos más críticos y difíciles consiguió que no le traspasara aquello que le golpeaba de improviso y que le hubiera llevado a descubrir lo que siempre había buscado.
Y no se perdonaba los naufragios, pero él continuaba navegando hacia delante, con determinación ciega, sin divisar tierra ni faro en lontananza.
Y un día, y otro, y otro más, y así como una hormiga empezó a mirar desde un punto de vista distinto al que siempre lo había hecho, comenzó a pedir lo que nunca había pedido, creyó en aquello que estaba tan cerca de sí mismo que no reparaba en ello… Encontró un sendero, tan antiguo y nuevo como él mismo: una calzada romana pavimentada con losas de…

Sirenoide dijo...

Bassho, qué emocionante tu texto, me he sentido muy identificada con "ese" que describes que se resiste y se acobarda ante los cambios...ese, también soy yo. Y he llorado al leerme y comprender mi profunda vulnerabilidad e imperfección. Reconozco ese modo de esconder bajo mil capas mi verdadera esencia, de alejarme de lo que en realidad soy aunque no me guste o no guste a otros, de saber que "sabes" o sientes cosas que no debería sentir. En el fondo, "ese" del que hablas somos todos.

palabrerías dijo...

Necesitamos conocer la continuación de ese texto bassho ¿de qué eran la losas que pavimentaban esa la calzada romana?

bassho dijo...

Esa calzada romana era produndamente interior, atravesaba todos sus sueños y deseos, traspasaba sus miedos, comunicaba con la esencia más pura de él mismo.
Sentía, como dice Sirenoide, que era un camino común, de todos y cada uno de nosotros, y que cada cual recorría y vivía de forma única y distinta.
Esta calzada, Palabrerías, estaba pavimentada con losas que eran palabras que empleaba en su plegaria íntima y cotidiana:
Dame la fe que nunca he tenido en realidad.
Dame el valor del que siempre he carecido.
Dame un poco de amor y comprensión hacia los demás.

Sirenoide dijo...

"Qué frágil el universo de la palabra, figuras de cristal que se astillan; que difícil la gramática del alma. Sin embargo, tratando de ocultar, mostramos más. Quizá lo que no se dice es lo más sonoro. El silencio muchas veces es el gran sonido del miedo o del dolor."

"Ella, que todo lo tuvo" - Ángela Becerra

bassho dijo...

Precioso tu texto, Sirenoide.
Cuando escribí el primer texto titulado "En el fondo" lo dejé sin acabar porque me parecía que si ponía más palabras lo estropearía de alguna manera.
Pero pienso que no son las palabras en sí "opacas" o "sucias" sino , al contrario, puras y transparentes. Somos nosotros los que echamos montañas de desechos sobre ellas, y las confundimos haciendolas ininteligibles.

Sirenoide dijo...

Completamente de acuerdo Bassho, de hecho yo no echaba de menos un final porque entendí (quizá equivocadamente) que las losas de ese pavimento son muy particulares y cada uno las vamos poniendo cuando tomamos conciencia de nuestras carencias, de nuestras "taras" e imperfecciones, las miramos de frente, y las aceptamos y seguimos adelante por el camino. Sea el que sea ese camino...

palabrerías dijo...

Ya veo mi torpeza, no sólo indumentaria, a la hora de interpretar las sutilezas, pero gracias a ella habéis sacado hacia fuera más cosas interesantes. Gracias a los dos.

Sirenoide dijo...

Palabrerías, yo no creo que seas torpe en absoluto. Me alegra que mis humildes aportaciones puedan servir. Para mí vuestros escritos son terapéuticos, pedagógicos, balsámicos...y "esdrújulos" ;-)

bassho dijo...

Rendija

Este ciclo de día y noche, de momentos de miedo y valor, de expansión y contracción, de vida y muerte, luz y oscuridad, amor y odio, egoísmo y generosidad...
Estos pares de opuestos que son el carril por donde transcurre nuestra vida.
¿Dónde nos lleva el dualismo que nos balancea como un péndulo incesante e imperable?
Tocar la fuerza que fluye a nuestro lado.
Encontrar la rendija que nos permita ver el misterio, o descubrir que en realidad todo es misterio, sin la venda deshilachada que tamiza lo que nos rodea de rutinario y pueril, que nos muestra a nosotros mismos y los otros como seres vulgares, corrientes, y a las cosas, los animales, las plantas, como una vulgar película plana, sin melodía musical, carentes de la profundidad abisal que en realidad tienen y tenemos.

Sirenoide dijo...

¡Cuánto me han gustado tus palabras! Me han parecido certeras, con mucha verdad. Nos es difícil acostumbrarnos a esta eterna dualidad, a valorar la vida porque existe la muerte, a entender la necesidad de la belleza en medio de tanta "fealdad".
No sé si todo tiene un fin, un por qué, pero siento que esta pregunta que te haces (nos hacemos) tiene varias respuestas posibles...para aprender, para comprender, para vislumbrar, para discernir.

El ying y el yang que presiden nuestra existencia debería llevarnos a aceptar con serenidad y consciencia, que tenemos un principio, un fin, un camino entre ambos a veces tortuoso y otras maravilloso. Que formamos parte de este hermoso y complejo Universo del que sólo conocemos lo que podemos ver por nuestra pequeña y limitante rendija, cada uno la suya. Nada más. Nada menos.

bassho dijo...

Estoy de acuerdo contigo Sirenoide en la variedad de respuestas que existen y en ese "nada más y nada menos" con el que acabas tu texto.
Cuando piso la escritura es como si habitara otro mundo (seguro que os pasa a vosotros también)como si fuera otra persona distinta: todo es entonces más extenso, más profundo y brillante, un reflejo más real de la realidad que me rodea.
Cuando piso la escritura la materia es verdadera y consistente, pero no muda e inerte sino narradora de su propia existencia: objetos y situaciones a los que se puede tocar, acariciar, con los que se puede entablar algún tipo de relación (siempre amorosa, sino no habría relación.
Cuando piso la escritura descubro que crecemos para convertirnos en una masa informe, triste y seria:
Durante todos estos años he sido como un chiquillo jugando a creer que creía, imaginando que hacía mientras solo dormía.
Sentir, luchar, sufrir... Qué poco de estas tres palabras he llegado a entender.
Todo este territorio baldío me ha llevado hasta ahora, donde me encuentro con apenas nada de mí mismo. Todavía no sé bien quién soy ni lo que quiero... Pero recién he iniciado el camino me encuentro como siempre en los preparativos: desconcertado, expectante y a medias decidido.
¡La vida que tanto ma ha dado, esta inmensa riqueza que me rodea!
Y todos mis disgustos, la mayoría de mis pesares proceden de la negativa a dar cuando se me pide, a devolver migajas de lo recibido, que no son otra cosa que parte de los frutos que en mí se sembraron con toda dedicación y cuidado.