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29 de agosto de 2011

Cuadro flamenco

Canales surcan la vida, vida surcada de canales; amplios unos angostos otros, desiertos o superpoblados canales, canales de comunicación e incomunicación.


Como el rastrillo infantil traza en la arena canales, la vida traza en ti los surcos de cada vivencia, dejando su marca indeleble, horadando quien eres por dentro.


Canales oscuros y traslúcidos, densos y livianos, ocultos o enaltecidos, canales de pensamiento múltiple que conectan con los sombríos gestos de quién no somos, alterando aquél que somos.


Canal: conducto y sumidero, tubo y acequia. Estría, reguero o albañal, pero también sangradera, gárgola y cauce.


Canal que nos conduce, como cantó Manrique, al mar. Canal de vida en medio de estepada muerte. Un mundo de canales viví, una Holanda de tuberías circulando bajo el nivel del mar.


Enigma flamenco en azul y verde.

7 comentarios:

Javier Hortal dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
bassho dijo...

Me gusta este cuadro-enigma flamenco en azul y verde. Precioso y original. Me gusta la referencia a una de las más grandes fuentes poéticas del castellano, Manrique, y su explosión lírica con las coplas a la muerte de su padre en el siglo XV.
El canal del espíritu siempre ha transcurrido por nuestra literatura: Berceo, Manrique, San Juan de la Cruz, J.R. Jiménez, Unamuno...
Canales sin miedo de expresar la esencia y lo hondo que hay en nosotros
Está bien en tu escrito ese no nombrar algo que está omnipresente: el agua que circula por esos canales, y la razón de ser de su existencia.

bassho dijo...

VIDA HEROICA

Si no habitamos una vida heroica todo se vuelve miserable y sin sentido.
Hasta en los mínimos detalles, en las situaciones más triviales, en los momentos menos esperados, en la cotidianidad… tendríamos que sentir el valor y la ilusión que produce saber a dónde nos dirigimos, cuál es nuestro más alto fin, qué empeño nos hace grandes, qué actos y sacrificios dedicamos al bien común.
Vivimos vidas sin sentido, casi destruidas, y pretendemos llenarlas con el ocio, o justificarlas con las vacaciones ideales, poblarlas de fiestas, celebraciones, alegría enlatada que mantiene intacto el vacío que padecemos.
Sufrimos la amargura que causa el consumo individual y egoísta, pero continuamos intactos por ese camino sin posible salida.
Añoramos un mundo limpio, pacífico, habitable, seguro, libre, acogedor… sin hacer nada para construirlo.
Qué costoso nos resulta asumir responsabilidades, reconocer nuestros errores. Con qué facilidad justificamos nuestros propios defectos y fallos. De qué ceguera hacemos gala cuando se trata de sacar a la luz los trapos sucios que por algún motivo escondemos. Y sin embargo qué rapidez para juzgar y condenar al otro, qué brillantez en nuestras críticas, qué claridad para señalar imperfecciones en los demás, qué implacabilidad en la condena.
Para escapar de la prisión en la cual estamos encarcelados necesitamos tres cosas básicas: amor, claridad y fuerza.
El amor que nos hace niños e ingenuos, que nos permite comprender y perdonar, aproximarnos suavemente, respetar seres y objetos, cuidar y ayudar a crecer.
La claridad que nos muestra lo que realmente queremos y lo que no, observar hacia dónde se extiende nuestro camino, qué hechos tienen importancia y cuáles no la tienen, qué es lo esencial y lo superfluo.
Fuerza para amar y caminar, para vivir la vida que nos merecemos y necesitamos, sin apabullar, ni abusar, ni ofender a los otros.
Recuperar entonces la alegría de existir, el amor, la claridad, la belleza y la humildad de una vida heroica.

Sirenoide dijo...

Que hermoso paralelismo con la vida y sus intrincados canales. A veces siento que tenemos unos canales prefijados y establecidos y tenemos que hacer lo posible por no vaciarnos en tuberías llenas de mugre...

Gracias Bassho, tu reflexión sobre la vida heroica me ha parecido certera, precisa, incómoda, un revulsivo que me coloca delante del espejo de lo que soy, de lo que somos. Quejas, reivindicaciones, luchas y filosofía para hacer un mundo mejor pero poca acción, poca valentía. Aunque sigo pensando como tu, el amor lo puede todo, lo mueve todo. confío en eso porque tengo mucho para dar...quizá me falte claridad y algo más de fuerza.

Sirenoide dijo...

Es mejor ser odiado por lo que eres, que ser amado por lo que no eres.
(André Gide)

palabrerías dijo...

Vida heroica, llamada a la acción, alegría de vida..., cuantos aspectos interesantes para un sencillo cuadro flamenco.
Gracias

Sirenoide dijo...

Qué me gusta ese flamenquito güeno...olé!!

;-)