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5 de enero de 2010

Tribus de Uno

Tribus de Uno surgen, el individualismo exacerbado y la modificación de la costumbre las trajeron hasta el corazón de la urbe.

Fueron disminuyendo los grupos que compartían y hacían cosas en común. Y los que quedaron perdieron interés, limitándose a seguir a un líder, a un marcador de opinión.

Tribus de uno, moderna tipología de target basada en el individuo, en la hiperindividualidad.

Tribu de Uno es un nuevo perfil social en el que nadie es lo que parece, ni hace lo previsible. Sólo hace falta mirar alrededor: financieros y presidentes de bancos causantes de una crisis mundial, políticos que hacen gala de su descarada intencionalidad y son parte alícuota del problema y no de su solución, famosos en chorradas, genios desapercibidos, héroes invisibles en figuras de andar por casa, tránsfugas morales, seres de apariencia...

Tribus de Uno define al ser único que somos, pero también al ser gregario. Somos Uno y somos Tribu. Queremos que nos traten como individuo sin dejar de comportarnos como la mayoría. Un nuevo formato de tribu sofisticada; es decir compleja y avanzada, pero afectada y carente de naturalidad. Una tribu cobijada en una gruta tecnología que permite liberarse de la cultura de masas en la que estaba atrapada desde principios del siglo XX, para caer prisionera de una nueva masa de "cultura", teñida del espejismo de la individualidad

Individualismo, personalismo gregario sostenido en la necesidad de expresión y manifestación pública, universo de la customización, de lo exclusivo que precisa ser visto por los demás miembros de las Tribus de Uno.

Cada individuo es hoy una entidad autónoma indefinible, inclasificable por parámetros convencionales, porque los perfiles de grupo definen grupos no personas, y sin embargo cada individuo está incluido en algún de ellos.

El sentimiento de ser único choca directamente con el seguidismo que subyace en la paradoja, de no poder ser único, sino se alcanza el hueco de expresión dentro del grupo.

E pluribus unum - Ex uno plures

4 comentarios:

bassho dijo...

(Escribo esto a partir de leer unas reflexiones de Aurobindo -ya sé, soy un tipo raro-. Creo que está relacionado con tu entrada)
El deseo de liberación (de felicidad) exclusiva es contradictorio e imposible.
Es contradictorio porque si somos muchos no podemos "querer" sólo uno. Por ello es falso de raíz.
La liberación implica realización, verdad... Y resulta imposible la realización y el encuentro con la verdad desde posiciones egoístas.
Todas esas teorías místicas que ofrecen bálsamos y paraísos son como agencias turísticas que acomodan al alma, que la sustraen, por unos instantes, del verdadero, vasto e impresionante viaje en el que estamos metidos.

bassho dijo...

Cuando descubramos que hasta el último de nosotros (un vagabundo , un enfermo desahuciado) es uno de nosotros, y más, que podríamos ser nosotros mismos, y todavía más, somos nosotros mismos en otro tiempo, en otro lugar, en otra situación…
Cuando nos demos cuenta que el tiempo solo transcurre en nuestra mente, y que los momentos felices (y los más tristes y trágicos) son instantes que aparecen y desaparecen en el trayecto inmenso que nos lleva al final que es el principio, donde se junta el hueco que alberga lo conocido y lo desconocido, anidando cálidamente…
Cuando entendamos que ningún objeto material da o produce bienestar, que hasta la más solitaria brizna de hierba, si es consciente de la múltiple compañía que la rodea, está pletórica y satisfecha y, por ello, se yergue confiada apuntando en su brevedad, hacia el cielo…
Cuando reconozcamos nuestra insignificancia (y entonces valoremos el trabajo de la cajera que nos cobra la compra) y apreciemos la grandeza que interiormente nos habita, aquella que nos permite pensar en el otro, cuidar del otro, querer al otro como a sí mismo…
Nos quedarán fuerzas entonces para navegar por mares que jamás hemos surcado, para avanzar por caminos que nunca hemos pisado, para acceder a montañas que parecían inaccesibles…
Seremos, por fin, nosotros mismos. La esencia que nos trajo un día hasta aquí.

palabrerías dijo...

Reza el I Ching " cualquier situación se torna buena únicamente cuando uno sabe adaptarse a ella y no malgasta sus fuerzas en falsas resistencias"

Sirenoide dijo...

Tanta lucidez me ha calado hondo y me ha emocionado. Es esperanzador leeros y saber que quedan personas de esta calidad. Sé que me repito y lo siento pero este rincón que tenemos se me antoja como un bálsamo para el alma. Gracias por enriquecer mi espíritu y mi pobre intelecto.
Un abrazo