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26 de febrero de 2009

Náufragos

Llegan a las costas de la madurez con desesperación, presos de sí mismos, hombres y mujeres con las ilusiones deshilachadas por las decisiones de su vida.

Sumatorio de pequeñas catástrofes cotidianas, acumuladas en el umbral de un tiempo personal y colectivo, dejaciones de sí mismo sedimentadas durante años de vivir disconforme al propio pensamiento, distancia insalvable de lo bueno ahogado por un infinito afán de prosperar.

Belleza olvidada en el desván de un pragmatismo ultraortodoxo, vida inoculada de ideas de otros, de pensamientos de otros, vida plagada de vidas ajenas, sin rastro de la propia identidad.

Naufragios fraguados en la rutina, inercia de acontecimientos que motivaron la deriva, arribada a las costas del lado oscuro, espacio lleno de objetos, repleto de posesiones, ahíto de ausencias. Ausencias profundas de sí mismo, potencialidad ahogada en toneladas de quieros, en océanos de deseos imposibles, insatisfacción constante que naufraga en el fantasmagórico océano de la ficticia abundancia.

Despertar tardío en brazos de la ausencia, desolada ausencia, permanentemente incompleta, incapaz de ser colmada por lo poseído.

Nada, sensación y declinación de nada. Soledad terrible preñada de vacío, naufragio de todas las vidas persiguiendo una sombra de avaricia acaparadora, pretendiendo la felicidad fingida, demorando siempre la búsqueda de la esencia en pos de una quimera, constatación de vacío, desierto, nada.

Cumpleaños

Palabrerías ha cumplido 3 años, en la red. ¡Felicidades!

9 de febrero de 2009

Divulgación

Hablaba la ministra de ciencia e investigación recientemente, de la multimillonaria cifra que su gabinete iba a destinar a la divulgación científica. Y no pude por menos que pensar, si semejante cantidad de dinero no estaba mejor invertida en la investigación propiamente dicha, algo de lo que tan escasos andamos. Claro que investigar es una labor demasiado callada y oculta, sobre todo comparándola con la divulgación.

Hay algo decididamente perverso en este quehacer político, que insulta con reiterada frecuencia a la inteligencia y al bolsillo de los ciudadanos.

También pensé lo sobrevalorada que está la divulgación, porque si se analiza vemos, por ejemplo, como la divulgación de la espiritualidad muta rápidamente en religión. Los católicos sin ir más lejos, divulgaron la palabra de Dios y les salió la iglesia. Divulgas una amenaza y se convierte en puro terror. Divulgas una sospecha y se criminaliza a cualquiera. Divulgas la duda y el mundo padece de incertidumbre. Divulgas un lugar paradisiaco y se convierte en centro turístico. Divulgas un pensamiento y se banaliza. Divulgas el arte y se vulgariza. Divulgas la fe y se fundamentaliza. Divulgas el amor por tu tierra y surge un nacionalismo. Divulgas el conocimiento científico y el resultado es un simplismo intelectual que cala en la sociedad entera. Divulgas lo que tienes y germina la envidia. Divulgas una experiencia única y se masifica. Divulgas la verdad y mientes. Divulgas una mentira, y prospera, y crece y termina pareciendo verdad. Divulgas los derechos y surgen las exigencias. Divulgas el odio y crece rápidamente. Divulgas la identidad de un enemigo y nace el rencor y la inquina a todo un pueblo. Divulgas tu fortaleza y florece el temor. Divulgas tu debilidad y alguien se aprovecha. Divulgas una posibilidad y asoma una certeza. Divulgas una teoría y obtienes una verdad inapelable.

¿Será, tal vez, que divulgar es precisamente lo que el término indica; decir vulgar, es decir, vulgarizar aquello que es dicho?