He vivido momentos de esplendor y encumbramiento oscuros como mazmorras y momentos de declive luminosos como soles.
Éxitos sustentados en el fracaso, fracasos exitosos, exteriores espléndidos que recubren de verdín el alma hueca de los adoradores de lo falso, éxito como coraza de miedo de aquél que busca la recompensa fuera, loca alma perdida en los laureles de la vana-gloria. Luz negra de las mazmorras del alma, mirada idólatra del vellocino, triunfo, gloria de la nada.
Palabrerías son palabras surgidas en torno a pensamientos, reflexiones, ideas, hechos.... Son palabras livianas, sin pretensiones, casuales, improntas del lenguaje, apuntes de realidad
3 comentarios:
A veces nos aconsejamos unos a otros cierta precaución en las relaciones con nuestros semejantes, "debemos" medir la entrega y aprender de nuestras decepciones. Pero todos sabemos que para sentir un golpe de emoción, ejercer la curiosidad y sabernos vivos de verdad debemos abandonar estrategias y cálculos.
La experiencia no siempre es garantía de nada pero, al menos, puede enseñarnos que en muchas ocasiones, lo que creemos que son nuestros problemas, son, en realidad, problemas de otros...y eso ayuda a calibrar éxitos,fracasos y decepciones en base a lo que sabemos que hemos dado y recibido.
Y aprendemos también, que pase lo que pase, nunca pasa nada. ;)
Reconozco esas aparentes contradicciones que enseñan tantas cosas, que nos hacen conscientes de otras... es la vida en su esplendor, mostrando su magia, belleza y misterio. La mayor libertad que he saboreado ha sido en los momentos de responsabilidad y atención a las necesidades; también ha habido momentos de felicidad muy íntimos ligados a lo que superficialmente se podría llamar sufrimiento o desgracia.
En el Bhagavad Gita, aparece la siguiente cita: " Solo tienes derecho al acto y no a sus frutos. Nunca consideres que eres la causa de los frutos de tu acción, ni caigas en la inacción".
Viéndolo de este modo la dualidad se suaviza y las aparentes contradicciones se tornan en experiencias enriquecedoras sin más connotación que el aprendizaje que nos llevamos de ellas.
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