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2 de octubre de 2006

El uniforme 2

Hoy, modernos comandantes con impecables uniformes de Armani y lujosos vehículos de empresa, pasean su fama y posición social entre nosotros, y siguen viviendo de espaldas a todo lo que no sea su situación de privilegio. Dirigen fulgurantes negocios farmacéuticos cuya base de investigación científica, hacen de su labor, un bien colectivo gracias al empeño personal de ellos y al sacrificio de millones de enfermos, enfermos del tercer mundo que nunca accederán a sus milagrosos descubrimientos. Son, acaudalados directivos que viven en una opulencia instalada sobre la miseria de miles de ciudadanos de tercera. Son políticos corruptos que buscan su enriquecimiento a costa del bien público y del de los ciudadanos a los que deberían servir, y son también nuestros vecinos de al lado, gente “corriente”, capaz de pisar a cualquiera para pasar primero, son esos que siempre sacan provecho de la desventaja ajena. Ciudadanos “normales”, que refrescan sus embotados cuerpos en piscinas municipales y para los que la simple diferencia de tendencia sexual, es motivo de agresión física y linchamiento público, son, en definitiva, todos aquellos que aún no han tenido la ocasión de mostrar su lado oscuro, pero no por falta de potencial.

Uniformes, modas, disfraces que nos hacen parecer otros; comandantes, ejecutivos, administrativos...., gente de bien, que a veces incluso nos hacen parecer humanos. Uniformes que acompañando el signo de los tiempos, visten de aparente normalidad la mayor de las atrocidades. Civilización esta de lo exterior, cegada por las formas, mundo de apariencias, acuerdo tácito de omisión de lo esencial, eufemismo de inmoralidad que nos ayuda a mantenernos en la barbarie sin arrugar nuestro impecable uniforme de normalidad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"EZRA POUND" Poeta discutido pero ingente dio este encargo a sus versos:

ENCARGO

Id, cantos míos, al solitario y al insatisfecho,
id también al que tiene los nervios deshechos, al esclavo de las convenciones,
mostradles el desprecio que siento por sus opresores.
id como una gran ola de agua fría,
mostradles mi desprecio por los opresores.

Hablad contra la opresión inconsciente,
hablad contra la tiranía de la falta de imaginación,
hablad contra las trabas.

Id a la burguesa que se está muriendo de tedio,
id a las mujeres de los suburbios.
id a los espantosamente casados,
id a aquellos cuyo fracaso está oculto,
Id a la desgraciadamente casada,
Id a la esposa comprada,
id a la mujer impuesta.

Id a aquellos de lujuria exquisita,
id a aquellos cuyos delicados deseos son frustrados,
id como plaga contra la estupidez del mundo;
id con vuestro filo contra esto,
reforzad las cuerdas sutiles,
llevad confianza a las algas y los tentáculos del alma.

Id amigablemente,
id con palabras sinceras.
Estad ávidos por hallar nuevos males y un nuevo bien,
estad contra todas las formas de opresión.
Id a aquellos que están embotados por la madurez,
hacia aquellos que han perdido su interés.

Salid a desafiar la opinión popular,
id contra esta servidumbre vegetativa de la sangre.
Estad contra cualquier clase de opresión.

palabrerías dijo...

Sana enfermedad entorno a una mirada que atraviesa los densos velos que tan a menudo nos ocultan lo realmente importante, el espacio vital que anida en lo interior, mas allá de la superfluo, más allá de lo superficial, esa mirada angustiada a veces por la falta de eco, pero tan esencial, porque sin ella, aunque sólo una mirada sea, abandonamos nuestra condición de Ser Humanos.