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25 de julio de 2006

Impresión de Libertad

La Libertad, aunque nunca fue un valor seguro, da la impresión de estar en las horas más bajas de los últimos tiempos. Tiene algo que ver su fobia hacia algunos axiomas contemporáneos que se han convertido en verdaderos motores del progreso moderno; la libertad por ejemplo, rima mal con los abultados intereses partidistas y partidarios, es contraria al egocentrismo tan propio del poder y de la economía de mercado, es contraria también a la homogeneización, a la simplista unificación de criterios y sobre todo, es enemiga de la manipulación del pensamiento.

Aunque la mayoría se enaltece y enorgullece un poco al nombrarla, en lo personal como en lo público la libertad no atraviesa un buen momento; pensemos cuantos defienden su libertad delante de aquel al que consideran un superior, ¿cuantos ejecutivos defienden la libertad frente al accionista?, ¿cuantos lo hacen ante el fuerte o ante el orden establecido?

La Libertad hoy como ayer, se combate en las calles con el miedo; generando amenazas aunque sean virtuales, confeccionando enemigos, creando situaciones de riesgo, en definitiva, identificando peligros que atenten contra nuestra supuesta seguridad.

Objetivar el miedo es el primer paso, firme y decidido para acabar con la libertad, paso que desarrollado sobre un sustrato de indiferencia generalizada, de cierta mediocridad en lo social y de falta de valores de alerta, prospera con inusitada facilidad hasta en los pueblos que más bandera han hecho de ella.

Vivimos tiempos en los que la libertad es tan sólo una impresión, una impresión fugaz e inalcanzable de libertad.

1 comentario:

palabrerías dijo...

Estás en tu blog Bassho, siempre eres bienvenido.